De profesión marinero

Soy Mario futuro orientador educativo, si la fortuna lo quiere. Soy una persona creativa y con ímpetu emprendedor, las ideas poco claras y sin previsión de que esto cambie. He pasado por múltiples fases en mi vida debido a la falta de satisfacción con la realidad. Toda persona que haya sido adolescente habrá sentido algo así. Hasta que no tenemos algo a lo que agarrarnos no sabemos hacia dónde va nuestra vida, ni tenemos idea de dónde dirigirla, Únicamente contamos con sutiles guías en base a nuestros gustos, aficiones, nuestros odios y pasiones. lo que nos dice la gente que nos rodea y la información que nos dan los medios.

Las personas tenemos momentos vacíos. Estamos a la deriva y son las rutinas y los seres queridos los que nos amarran y lanzan un ancla. Para desarrollar un buen proyecto de futuro tenemos que saber navegar en esa deriva, soltar levemente las anclas para encarar la proa hacia un buen rumbo. Para esta navegación cada uno tenemos nuestros propios astrolabios, brújulas y cristales. Algunos salen preparados con motores, otros con remos y otros tienen que valerse de sus propias manos para empujar el agua. Yo he tenido bastantes facilidades, tenía un motor, pero siempre tuve claro que ese motor era prestado. Quería hacerme con mis propias herramientas y encontraba en la educación una isla sin límite donde proveerme.

Como adulto y mirando la estela del mar que había dejado veo que todas mis incursiones han sido siempre alrededor de esa isla. Voy y vengo. Salgo para explorar una zona desde el área de conocimiento que en ese momento me atrajese y cuando sentía que me hundía volvía a la seguridad de la isla. Hasta que sentí que esa isla era mi casa y decidí dejar de navegar para quedarme a investigarla. En esa isla me planteo ser un anfitrión. Quiero dar la bienvenida a todas las personas que sienten curiosidad, interés o a los que pasan por obligación, arrastrados por las olas. Quiero mostrarles mi preciosa isla, que nadie ha explorado completamente e invitarles a coger todas las herramientas que necesiten, porque nunca se acaban.

Creo que la educación es la casa de todos y todas, al menos una de ellas, por eso quiero hacer que los visitantes de esta isla se sientan cómodos y sepan que siempre que necesiten marcar su rumbo o un momento de reflexión y entendimiento, de distensión y diversión pueden venir a verme. Yo sabré guiarles por los rincones que he explorado de esta tierra y lo que logro ver en el horizonte desde ella. Les haré ser buenos marineros y marineras y edificaré un faro que les permita discernir su ruta.

Por suerte en esta isla no estoy solo y cuento con muchos otras personas que conocen bien el terreno. Son mis compañeras que os ayudarán todo lo que puedan para caminar por la escarpada orografía. Cuando llegué tuve muy buenos guías y estar aquí es mi forma de agradecérselo.

Gracias a las estrellas que nos guían.

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